Praza Forte de Tui
Descripción
La fortificación moderna de Tui se proyecta como unas defensas exteriores que envolvían el recinto medieval y ampliaban su perímetro hacia el frente de tierra, en concreto hacia el N y NE incorporando los arrabales y conventos que habían crecido extramuros de la ciudad, como el barrio y convento de Santo Domingo. La nueva fortificación contaba con un medio baluarte, conocido como Baluarte del Olmo, que se adosa por el W al recinto medieval, continuaba una cortina por donde hoy discurre la rúa Foxo (nombre que recibe por ocupar la calle el espacio del antiguo foso), en cuyo encuentro con el baluarte se situaba la Porta do Olmo. El siguiente baluarte, al NW, se conocía como Baluarte de San Telmo. Desde aquí salía una cortina hacia el N hasta encontrarse con el Baluarte de San Francisco, un medio baluarte que ocupó el lugar en el que se localizaba un pequeño fuerte que todavía dibuja Brandão en 1758. En la unión con la cortina se localizaría la Porta de San Francisco, desde la que se accedería a una de las principales vías de Tui denominada Corredera de San Francisco, que aún hoy se mantiene, que desembocaba en la Porta do Olmo. La cortina unía con el Baluarte de Santo Domingo, situado en la zona del barrio del mismo nombre. Al E del mismo se localizaba otro semibaluarte denominado Baluarte del Río, la cortina se interrumpía donde finalizaban los terrenos del convento de Santo Domingo. Aquí, según el plano de Josef La Fuente de 1802, habría un pasadizo con rastrillo y estacada. En la cortina que unía los baluartes de Santo Domingo y del Río, se localizaba la Porta de Santo Domingo. Por el frente del río, a cota más baja que la muralla moderna se lleva a cabo una falsabraga con varios ángulos, uno de los cuales se denominaba Ángulo del Diablo. En la esquina S de la fortificación, adosado a la falsabraga y volcado al río Miño, se construyó un baluarte de tierra, pero desconocemos la fecha, ya que aparece reflejado en un plano de 1735, pero no en el de 1777, y nuevamente lo recoge Josef La Fuente en su plano de 1802. También se construye una batería o media luna delante de la Porta do Carballo, y se refuerza la falsabraga desde aquí hasta el Baluarte del Olmo por delante de la muralla medieval. En el plano de 1777 se representa un amplio foso desde el Baluarte del Río hasta la Porta del Olmo.
El trazado de la muralla moderna se imbrica en parte con el medieval, pero se pierde totalmente en algunas zonas como la NW donde ha sido eliminada por el crecimiento urbano más reciente. En el frente del río parece que algunos tramos de la muralla medieval han sufrido reformas en época moderna; se observan muros que presentan las características que ya hemos documentado en otras fortificaciones, muros en talud de mampostería irregular rematados con un cordón magistral, pero es difícil determinar con exactitud qué tramos pertenecen a este período, ni a cuál de los proyectos corresponde sin hacer otro tipo de análisis. En esta misma zona, parece que se conserva el trazado de la falsabraga y algunas partes de la misma. También se conserva el baluarte de tierra del S cuyo interior se destina a huerta y, por la fotografía satélite, parece que tendría una falsabraga en su cara SE y flanco E.
Delante de la Porta do Carballo se construye una batería que, según se aprecia en el plano de Josef La Fuente de 1802, tenía varias troneras. Esta todavía se conserva, aunque ha perdido el coronamiento la forma y localización responde a la estructura dibujada en los planos históricos. A pesar de que no se aprecia bien el aparejo ya que está cubierto de vegetación, parece una mampostería irregular de granito y los muros son ataludados. El interior está ocupado por una viña y una huerta o jardín que pertenecen a una propiedad privada. Protegía esta entrada también del otro lado de la vía un ángulo que se unía a la falsabraga, el cual también se conserva. Presenta las mismas características que la batería, y tampoco se aprecia el aparejo con claridad por estar cubierto de vegetación, pero nuevamente la forma en planta responde al dibujo de Josef La Fuente. En este caso, parece que se habría reformado el coronamiento ya que se aprecian dos hiladas de sillería de granito. Desde esta zona hasta el Baluarte del Olmo nos encontramos con la misma problemática que en el frente del río. Sobre la línea por la que discurría la muralla medieval y la falsabraga moderna se han construido viviendas, se les han adosado estructuras y las partes bajas están cubiertas de vegetación, lo que hace difícil delimitar el trazado de estos dos elementos. En algunas zonas parece intuirse un muro de sillería de granito de similares características que el documentado en el frente del río y una estructura lineal a una cota más baja que podría corresponder a la falsabraga.
En la zona en la que se localizaría el Baluarte del Olmo se conserva una estructura de planta triangular que se une a la línea de casas que ocupó la zona W de la muralla medieval. Tiene un perfil en talud y está realizado en mampostería de granito de gran tamaño, dispuesta en hiladas horizontales e inclinadas, con las juntas enripiadas y las esquinas de sillería encadenada. Ha perdido el remate, no conserva ni cordón magistral ni parapeto. Esta es una de las estructuras que con mayor claridad conserva hoy la forma y características originales de un baluarte. Forma parte de una propiedad privada y su interior está ocupado por el jardín y huerta de una vivienda. No sabemos si se conserva el flanco que lo unía a la cortina y Porta do Olmo ya que ha quedado oculto por la construcción de varias viviendas, pero la actual rúa Foxo sigue el trazado de esta cortina y posiblemente haya amortizado el propio foso que la protegía. La manzana de casas que hoy ocupa la rúa Rosa Bahamonde que tiene planta triangular, sigue el trazado del flanco S y la cara W del Baluarte de San Telmo que allí se emplazaba. Desde aquí no volvemos a documentar el trazado de la fortificación moderna hasta el final de la rúa Camilo José Cela donde nuevamente nos encontramos una manzana de planta triangular que parece estar manteniendo el trazado del Baluarte de San Francisco. Pero en ninguno de los dos casos se conservan restos de una muralla, más que el trazado o la toponimia de las calles.
Desde aquí hasta el frente del río discurre el Paseo General Mola que ocupa el antiguo adarve de la fortificación moderna, este tramo mantiene la forma en planta y la estructura de las cortinas y baluartes. Aunque en esta zona la construcción ha sido muy alterada, ya que se han sustituido los muros modernos que forraban las cortinas y los baluartes, sigue teniendo un perfil ataludado y, como decimos, mantiene la planta de la fortificación. Los muros que revestían el baluarte de Santo Domingo han sido sustituidos por un muro de sillería de granito enripiado de factura contemporánea dispuesto sobre una base de hormigón. En la cortina que unía este baluarte y el de San Francisco se ha mantenido el talud de tierra que posiblemente correspondería a la escarpa del foso y se ha ajardinado. Sí parece que se conservan algunos tramos originales de la cortina que unía el Baluarte de Santo Domingo y el Baluarte del Río, pero sería necesario acceder a las propiedades privadas, limpiar la vegetación y hacer un estudio detallado para delimitar las estructuras originales.
Referencias:
Brandão, G. L. Da S. 1994 (Ed. facsímil 1758). Topographia da fronteyra, praças, e seus contornos, raya seca, costa, fortes da Província de Entre Douro e Minho. Porto: Biblioteca Pública Municipal de Porto.