Torre de Fornelos

La torre tiene una planta cuadrangular y sus muros se levantan a distinta cota, adaptándose a la elevación en la que se emplaza. La puerta se sitúa en la fachada W que se localiza en la parte más elevada de la colina. Está realizada en un aparejo de sillería de granito a soga y tizón, dispuesta en hiladas horizontales; aunque en la fachada S las hiladas son bastante ondulantes, lo cual puede deberse a los problemas estructurales que tiene este muro, y algunos sillares se han calzado con ripios. Presenta dos hojas, con relleno de tierra y cachote de tamaño medio y pequeño. Está asentada a hueso y los sillares conservan huellas de pico y puntero (la descripción que se hace aquí de la Torre de Fornelos corresponde a los trabajos del año 2003. Posteriormente fue objeto de un proyecto de restauración que implicó una actuación arqueológica que incluyó la excavación del entorno y la lectura de alzados, llevada a cabo por la arqueóloga Mar López Cordeiro. No incluimos aquí estos trabajos porque no se documentaron fases que correspondan a la época que nos interesa, el siglo XVII) y tienen las esquinas redondeadas. Los sillares oscilan entre 27 cm por 65 cm; 35 cm por 61 cm; 35 cm por 78 cm y 33 cm por 89 cm.

En lo que respecta al exterior de la torre, en los muros N y S se documentan dos zócalos escalonados a distinta altura que sobresalen respectivamente entre 6 y 7 cm del paño del muro. Ambos muros son los más afectados; se documenta un importante derrumbe en la esquina SE, que se ha perdido, y los dos muros han perdido el coronamiento. No se aprecian vanos en este muro E ya que está cubierto de vegetación.

El paramento S presenta dos vanos, una saetera alancetada con derrame muy acusado hacia el interior, situada a media altura del muro sobre el segundo zócalo. Y sobre esta se localiza un vano rectangular que parece corresponder a una puerta o balcón, de jambas rectas rematado en un arco de medio punto que parece cegado a posteriori. En la parte baja tiene varios sillares salientes a modo de ménsulas. Por debajo del balcón, diagonalmente y hacia el W, sobresalen del muro una serie de sillares que podrían ser el apoyo de un patín de subida a un piso alto, al que se accedería a través del vano superior, así las ménsulas situadas en la base serían el apoyo del remate de la escalera.

La fachada W sería la mejor defendida, ya que está orientada hacia la caída del río. En la parte baja, centrada, se sitúa una puerta rematada en un arco de medio punto con clave central, el paso es de mayores dimensiones que la puerta y está cubierto por una bóveda de cañón de sillería. Delante de la puerta se conservaba una estructura cubierta de tierra, con abundantes restos de pequeños sillares y mampuestos superficiales, en forma de rampa, que posiblemente tengan relación con el sistema de acceso. En este muro se observa también un zócalo que sigue la línea del segundo zócalo del paramento S. Conserva un vano en la zona alta, pero la vegetación impide describirlo.

Sobre la puerta se observa una roza que corta el muro en diagonal en sentido N-S, que podría corresponder a una cubierta a un agua para algún tipo de estructura hoy perdida. También se observan algunos sillares sobresaliendo del paño del muro. En el remate de la fachada se observan las ménsulas de piedra de los matacanes.

El muro W-N se encuentra en la ladera con mayor pendiente del outeiro. Aunque el paramento se encuentra prácticamente cubierto de vegetación en su totalidad, se aprecia que tiene el mismo aparejo que el documentado en las otras fachadas y se observan también dos zócalos escalonados. En la zona baja se aprecia una pequeña saetera de las mismas características que la descrita en el muro S. En la zona alta se entrevén las ménsulas de los matacanes.

Al interior ya no se conserva la distribución original de la torre, sin embargo, las huellas conservadas en los muros permiten identificar cuatro pisos y un sótano.

El outeiro está rodeado por un camino que parece seguir utilizándose en la actualidad y que en algunos tramos corta los afloramientos rocosos de granito. Desde el camino hacia el río Ribadil el terreno está aterrazado. En la ladera W del outeiro se observan unos caminos en zigzag que parten del camino principal hacia la parte W de la torre, donde se emplaza la entrada a la misma. Se observan también algunas construcciones en piedra sin una forma definida, que podrían estar conteniendo este camino de subida.