Praça Forte de Valença do Minho
Descripción
La fortificación moderna de Valença do Minho está construida sobre estructuras anteriores aprovechando la propia fortificación medieval que envolvía la villa, conocida como “Vila Velha”. Tras las recientes intervenciones llevadas a cabo por un equipo de la Universidade de Minho dirigido por el profesor Luís Fontes, sabemos que la villa medieval se emplazó sobre un antiguo poblado fortificado romanizado (los materiales documentados por este equipo corresponden a una horquilla cronológica que se mueve entre el siglo I a.C. y el IV d.C. (Fontes et al. 2013: 92)) “estratégicamente implantado num outeiro que dominava a passagem do rio Minho, servida então pela via romana que ligava Bracara Augusta (Braga) a Asturica Augusta (Astorga), por Tude (Tui)” (Fontes et al. 2013: 92-93). Aunque algunos autores apuntaban una ocupación a lo largo de la Alta Edad Media de este espacio anterior a la fundación de la población fortificada medieval (VV.AA. 2008: 153), lo cierto es que en las intervenciones recientes no se ha documentado tal ocupación (Fontes et al. 2013: 92), si bien es cierto, los autores consideran que es necesario continuar profundizando en esta hipótesis ampliando los trabajos arqueológicos (Id.).
Valença, compuesta por dos recintos estrellados irregulares interconectados a través de un paso elevado y de la Porta do Meio, constituye la planta abaluartada más compleja del Baixo Miño / Vale do Minho en la que se integran dos sistemas defensivos de diferente período, lo que ha condicionado la propia construcción de la fortificación moderna que, en el caso del Recinto da Magistral o Praça, se adapta a la forma amurallada anterior. “Como no resto de Portugal, a influencia da Escola Holandesa de Fortificação é dominante em Valença, no entanto, relativamente a uma tenalha, é mencionado pela primeira vez uma obra de estilo francês Vauban .” (VV.AA. 2008: 155).
El recinto da Coroada, así denominado por tratarse de una obra exterior que protege el flanco S de la plaza y la Porta do Medio, esta obra ocupa una colina conocida como Outeiro do Bom Jesus y se construye a finales del siglo XVII (Fontes et al. 2013: 91) como una defensa avanzada de la villa, adaptándose perfectamente a la topografía de esta colina. Según VV.AA. (2008: 154) esta obra exterior constituye un hornabeque. Se compone de tres baluartes, dos semibaluartes en la zona de comunicación con la plaza, y dos revellines, todo ello rodeado por un foso con camino cubierto.
Según se desprende del resultado de los trabajos llevados a cabo por el equipo de la Universidade de Minho dirigidos por L. Fontes, la secuencia constructiva de este recinto habría comenzado por el lado S en donde se localizan los baluartes de São Jeronimo, Santa Bárbara y Santa Ana, con el correspondiente revellín denominado da Coroada y el revellín y fosos imperfectos que se orientaban hacia Nossa Senhora da Cabeça donde se localizaría, según Antunes (1996: 111), un fortín con este mismo nombre como veremos más adelante. Y se completaría con la construcción de los semi-baluartes de São José, al NW de la corona, y Santo António, al NE, desde los que se defendía la retaguardia del recinto que comunicaba con la plaza, el recinto da Magistral o Vila Velha.
El recinto se compone de una serie de estructuras escalonadas que van disminuyendo en altura desde el interior de la corona hacia el glacis. Está delimitado por gruesos muros cuya cara exterior está ataludada y conforma la escarpa del foso escalonada en dos alturas. La altura inferior la hemos identificado como falsabraga, siguiendo la terminología usada por Jaime Garrido en su planta, y la interior como el propio recinto. En ambos casos se emplea el mismo aparejo, una mampostería irregular de granito de gran tamaño, dispuesta formando hiladas horizontales que parecen estar rejuntadas con mortero, posiblemente de cemento; en la parte superior se dispone un parapeto de perfil recto, realizado también en mampostería, con la hilada inferior de mayor altura, y sobre ella una mampostería desconcertada de pequeño tamaño. El parapeto descansa sobre un cordón magistral formado por un medio bocel. En los ángulos de los baluartes se disponen garitas de planta hexagonal sobre una lámpara moldurada, tienen aspilleras en las caras, excepto la que da al recinto en la que se abre una puerta rectangular, y están rematadas por una corona formada, de abajo a arriba, por una cornisa lisa, una cúpula hexagonal y un pináculo. Tanto las garitas como los ángulos del recinto están realizados en sillería regular de granito dispuesta en hiladas horizontales. El muro del recinto inferior está también escalonado, y la parte baja presenta un talud más acusado que la alta, sobre todo en los frentes E y N del recinto.
El recinto superior está formado por muros dispuestos a barbeta rasgados en algunos tramos para disponer troneras de acusado derrame hacia el exterior y por puertas falsas que comunican el recinto con la falsabraga, rematadas en arcos de medio punto y realizadas en sillería de granito, que también se utiliza en las bóvedas que cubren los pasos. Estos pasos presentan también un derrame hacia el exterior. En algún caso hemos documentado una reforma de la parte interior del paso con ladrillo macizo. La parte superior del muro está cubierta de tierra. Muchas de las troneras están revestidas de ladrillo macizo, de sección rectangular, dispuestos en hiladas horizontales, tanto en el frente que da al interior de la plaza como en las caras de la tronera, y creemos que corresponden a reformas bastante tardías. También se emplea este material en algunas de las reparaciones identificadas en el parapeto de la falsabraga; el muro a barbeta presenta en algunas zonas la parte alta construida con mampostería de menor tamaño y más irregular. Habría que ver si esta diferencia en el aparejo se debe a una reforma o al uso de técnicas diferentes según la parte de la construcción a que correspondan.
El recinto tiene una puerta al S, la Porta da Coroada, a la que se accede por un paso elevado, que la comunica con el revellín de piedra de la Corona. Es una puerta de dos cuerpos, la parte inferior es una portada realizada en sillería de granito almohadillada, que contiene una puerta rematada en un arco de medio punto, con escudo, y un frontón partido sobre este con volutas, pináculos a los lados y escudo de armas. El paso está realizado en sillería de granito y los cuerpos de guardia, que contaban con aspillares hacia el interior del paso y el interior del recinto, están actualmente ocupados por negocios locales. Los muros interiores del recinto están realizados en un aparejo de mampostería de menor tamaño y más irregular que la de la fachada exterior. Aunque hay algunas partes, como las cortinas entre los baluartes del recinto de la corona o los muros interiores de los propios baluartes, que no están revestidas de piedra, y son taludes y muros de tierra. Los baluartes son del tipo lleno.
En las golas de los semibaluartes, se abren sendas puertas falsas a las que se accede mediante unas escaleras que comunican este recinto con el foso situado entre la corona y la plaza. Las puertas están realizadas en sillería y rematadas en arcos de medio punto.
El recinto cuenta además con una serie de obras exteriores. Por una parte, están los dos revellines que protegen las dos cortinas del frente S. El Revelim da Coroada, denominado por nosotros como revellín de piedra de la Corona, es una figura triangular, con la gola en ángulo que incluye una puerta en su cara SW y tres rampas en la parte interior desde las que se accede al parapeto del revellín en el que se abren ocho troneras (algunas revestidas con ladrillo y otras con mampostería). Desde la gola del revellín parte el paso elevado de acceso al Recinto da Coroada. El revellín está realizado en el mismo aparejo que el recinto, con la parte superior y los parapetos de tierra. En el ángulo capital se dispone una garita, las caras se rematan con un cordón magistral y presentan el mismo talud y escalonamiento que el documentado en la falsabraga del recinto. Mientras que en los alzados de la gola se observa un quiebro, situado a la misma altura que el escalonamiento de las caras, y la parte baja del mismo presenta un talud más pronunciado. La puerta es de similares características que la Porta da Coroada.
Delante de la cortina situada entre los baluartes de São Jerónimo y Santa Ana, se localiza otro revellín de tierra de planta similar al anterior, aunque del tipo lleno. Precede al revellín una contraguardia también de tierra, formada por una punta exenta y dos alas que parten en paralelo a las caras del revellín.
Al igual que sucede con el Recinto da Magistral, toda la obra estaba rodeada por un foso con contraescarpa de piedra, camino cubierto y parapeto, a los que se accede mediante rampas dispuestas cada ciertos tramos en el foso. La cara exterior de la contraescarpa en algunas zonas es de tierra y en otras está forrada de mampostería de granito. Mientras que los parapetos son, por lo general, de piedra. A la altura de las cortinas del recinto que carecen de revellines, la contraescarpa presenta la cara exterior en ángulo, lo mismo que a la altura de las caras del Revelim da Coroada. En la zona correspondiente al Baluarte de Santa Ana, se abren troneras en el parapeto de la contraescarpa.
Esta parte de la plaza fuerte se mantuvo exenta de construcciones habitacionales hasta mediados del siglo XVIII, cuando, una vez fortificada la villa, se diseñaron las manzanas que se situarán entre la Igreja do Bom Jesus y la Porta do Meio, configurando un nuevo arrabal de la villa de Valença (Fontes et al. 2013: 91). A partir de estas construcciones el Campo de Marte se fue ocupando a lo largo del s. XVIII con diferentes edificaciones militares como el polvorín, los cuarteles y un pozo (Id.).
El Recinto da Magistral o de la Plaza ocupa la parte N de la plaza fuerte y presenta una planta arriñonada resultante de la adaptación a la primitiva estructura medieval que envolvía la villa de Valença, y que era de menores dimensiones que el recinto moderno. Todavía hoy se pueden observar algunos de los elementos de las defensas medievales, que fueron incorporados a la construcción moderna.
La magistral se compone de siete baluartes cuya localización se adapta precisamente a esta forma del recinto, a la topografía del emplazamiento y a las necesidades defensivas, relacionadas, entre otras cosas, con el control de las vías fluviales y terrestres de acceso a la villa. Cuatro de ellos se localizan en los extremos N y S de la misma, los del S volcados hacia el Recinto da Coroada, y los del N hacia el río Miño; otros dos en el frente E y uno en el W. La mayor parte de los baluartes y algunas cortinas estaban rodeados por una falsabraga, excepto el Baluarte de Nossa Senhora da Esperança situado al SE del recinto.
Cuenta además con tres revellines, el Revelim da Fonte da Vila situado al SW protegiendo esta fuente y la puerta del mismo nombre; otro al SSE, el Revelim do Sol, protegiendo la Porta do Sol; y un tercero denominado Revelim da Gaviarra, al NNE, protegiendo la puerta de este mismo nombre. Este último revellín se sitúa además delante de una tenaza, la Tenalha da Gaviarra, que cubre la cortina situada entre los baluartes de Nossa Senhora do Socorro y de São Francisco, una tenaza simple con un ángulo central, en cuyo extremo NNW se sitúa el paso para acceder a la Porta da Gaviarra. Contaba también con otra tenaza que hoy ha desaparecido delante de la cortina que une los baluartes de São Francisco y de Nossa Senhora do Faro, la Tenalha de São Francisco en forma de cola de golondrina.
Rodea todo el recinto, como ya hemos visto, un foso con su contraescarpa y camino cubierto, que continúa el que ya hemos descrito para el Recinto da Coroada, únicamente se interrumpe en la cara S del Revelim do Sol, ya que aquí se localiza actualmente el acceso a los aparcamientos que ocupan el foso, utilizando la zona SE de la plaza, en el tramo de foso que la separa de la Corona, y el tramo situado desde el Baluarte de Nossa Senhora da Esperança hasta la cara S del Baluarte de São Francisco. Al igual que en la Corona, aquí también se producen algunos quiebros en la cara exterior de la contraescarpa, a la altura de las cortinas, en el frente W y NW son en ángulo vivo, mientras que en el E son redondeados. El que se sitúa delante de la cortina que une los baluartes de São Francisco y de Nossa Senhora do Faro está rasgado por troneras. La contraescarpa está cortada al S del Revelim da Fonte da Vila para permitir un acceso hacia la Porta da Fonte da Vila. Este acceso está enmarcado por dos pilares de sillería de granito rematados en un pináculo. La esplanada o glacis es de tierra, descendiendo de forma suave hacia la campiña. Pero en la parte del camino cubierto que envuelve los baluartes de Nossa Senhora do Carmo y Nossa Senhora do Socorro, que se corresponden con el frente NW del recinto que discurre paralelo al río, una zona vulnerable en la que se encuentra uno de los accesos a la plaza, la Porta da Gaviarra, está recubierto de piedra formando una figura que semeja una tenaza, muy similar a la Tenalha da Gaviarra, aunque de mayores dimensiones.
En cuanto a los sistemas constructivos utilizados, poco tenemos que añadir sobre lo que ya comentamos cuando tratamos el Recinto da Coroada. Los muros se estructuran igualmente en dos alturas en aquellas zonas en las que se construye una falsabraga empleándose los mismos materiales y técnicas. Únicamente varían cuando se están reutilizando los muros medievales, que fundamentalmente se documenta en los frentes W y NNW del recinto, ya que estos están construidos en sillería de granito bastante regular dispuesta en hiladas horizontales; o en algunas de las caras internas de las troneras y de los parapetos restaurados con ladrillo pero, en este caso, además de disponerlo en hiladas horizontales, se hace también siguiendo dibujos cuadrangulares, alternando ladrillos puestos en vertical y en horizontal.
Uno de los elementos que cabe destacar sobre la reutilización de las estructuras medievales, es la incorporación de la Porta de São Vicente en la nova Porta da Gaviarra. La Gaviarra es una de las estructuras de acceso más complejas de Valença. A ella se accede mediante un camino que proviene del N y que enlaza con el paso de barcas sobre el Miño. El camino cruza el foso protegido por los caminos cubiertos y bordeando por el W el Revelim da Gaviarra. Una vez en el foso, debe atravesar el acceso que corta la Tenalha da Gaviarra, y, en el flanco SE del Baluarte de Nossa Senhora do Socorro se abre la Porta da Gaviarra, realizada en sillería de granito, con un arco de medio punto enmarcado por sendas pilastras y rematada por el escudo Real. Una vez dentro, nos encontramos un pasadizo que conforma un quiebro para llegar a la puerta medieval de São Vicente, sobre la que existe una buhedera. Se conserva otra de las puertas medievales en la cortina situada entre los baluartes de São João y de Nossa Senhora do Carmo, pero en este caso, la puerta ha quedado relegada a un paso desde el recinto a la falsabraga de esta zona. Si observamos la propuesta de Fontes et al. (2013) del recinto de los siglos XIII a XV de Valença, se plantean tres accesos a la villa, desde el S, que no se conserva, desde el W, al que correspondería esta puerta que comentamos, y desde el N, donde se localizaría la puerta de São Vicente.
Referencias:
Fontes, L., Pereira, B., Andrade, F. 2013. Arqueologia urbana en Valença. Metodologias e resultados. J. M. Arnaud, A. Martins, C. Neves (Coord. Ed.). Arqueologia em Portugal – 150 Anos. Pp. 89-96. Lisboa: Associação de Arqueólogos Portugueses.
VV.AA. 2008. Catalogación, Digitalización y Valoración de las Fortalezas Defensivas de la Frontera de Galicia Norte de Portugal. CADIVAFOR. Ferrol: CIEFAL, CIS Galicia, E.S. Gallaecia.
Antunes, J. M. 1996. Obras militares do Alto Minho: A Costa Atlântica e a Raia ao serviço das Guerras de Restauração. Dissertação de Mestrado em Arqueología apresentada na Facultade de Letras da Universidade de Porto. Inédita. Porto: Universidade de Porto.