III. Conjuntos

Un conjunto agrupa una serie de fortificaciones que defienden zonas estratégicas que pueden localizarse tanto en un solo lado de la frontera como en zonas transfronterizas.

El conjunto A Guarda-A Ínsua-Caminha, es el primer conjunto defensivo del sistema fortificado del Baixo Miño, ya que se localiza en la vía de entrada al Miño desde el mar. A diferencia del resto de los conjuntos, entre las poblaciones principales que lo componen (A Guarda y Caminha) no existe una vinculación directa, pues están separadas por el Monte Trega, que impide la visibilidad entre ellas. Se trata de poblaciones que tenían una defensa medieval que, en el caso de Caminha, fue incorporada en la nueva fortificación moderna.

El conjunto se compone de seis fortalezas en la zona gallega, todas ellas situadas en el ayuntamiento de Tomiño: Fortaleza de Nuestra Señora de la Concepción, Fuerte de San Lorenzo, Fuerte de As Chagas, Torre dos Correa y Torre dos Ratos (las cinco en el lugar de Goián) y el Castillo de Medos (en el lugar de Estás); y tres en la parte portuguesa en el município de Vila Nova de Cerveira: la Praça Forte de Vilanova de Cerveira (freguesia de Lovelhe), la Atalaia do Espíritu Santo y el Forte de Lovelhe (ambos en la freguesia de Lovelhe).

Este conjunto, junto con el de Salvaterra-Monção, es el que presenta una defensa más compleja de la totalidad del sistema y el que conserva una mayor densidad de fortificaciones. En él se localizan las poblaciones más importantes de la "raia húmida", la sede episcopal de Tui en Galicia y la ciudad de Valença do Minho. Esta última es la fortificación mejor conservada de todo el sistema y la más compleja.

El conjunto defensivo de Salvaterra-Monçâo es un sistema complejo de defensa que controla, por una parte, tres pasos de barca en el río Miño y, por otra, las vías de tránsito hacia las poblaciones más importantes de todo el sistema, en Galicia desde Salvaterra hacia Tui, y en Portugal, desde Monçâo hacia Valença do Minho. Las tres zonas defensivas son: Lapela-Porto, donde se aprovecha en el lado portugués el Castillo medieval de Lapela y se construye en Porto un pequeño reducto o atalaya.

El conjunto defensivo de Extremo se compone de dos fuertes terreros, el de Bragandelo y el de A Pereira, situados en dos zonas elevadas que defendían el paso de la Portela de Extremo (Arcos de Valdevez, Portugal). Este pequeño sistema, controlaba la vía natural de tránsito que desde Monçâo se dirige hacia Arcos de Valdevez, y que constituye la entrada hacia el interior de Portugal.

El conjunto defensivo de Ponte de Mouro-Valadares, actualmente no conserva elementos visibles. Se componía de un fuerte de campaña construido por el ejército español, una vez que toman el conjunto defensivo de Salvaterra-Monção, sobre el puente del río Mouro (en territorio portugués), controlando la vía de tránsito que comunica las poblaciones de Melgaço y Monção. Los portugueses construyen un fuerte en el lugar de Valadares que hacía oposición al de San Miguel en Ponte de Mouro, cortando el paso hacia Melgaço.

El conjunto defensivo de Melgaço-Crecente se localiza en el extremo Este del sistema defensivo del Baixo Miño. Únicamente se compone de la Praça Forte de Melgaço, en Potugal, y de la Torre medieval de Fornelos, en Galicia, que fue ocupada durante la guerra, como punto de control de la entrada a Galicia a través del río Ribadil. La defensa de esta zona hay que entenderla en relación con una serie de "fachos" situados en las zonas altas de los montes, que complementaban la visibilidad de ambos enclaves.