Castelo de Santa Cruz
Descripción
El castillo de Santa Cruz es una fortificación abaluartada, realizada en piedra y situada en la ciudad de A Guarda, próxima a la vía que por la costa tiene dirección A Guarda-Baiona. Según los planos históricos presentaba una planta romboidal, con cuatro baluartes en las esquinas, y medias lunas que defienden las cortinas entre baluartes, todo ello rodeado por caminos cubiertos y fosos. De ellos se conserva la planta romboidal con sus baluartes (denominados Baluarte de Santa Tecla al S, Baluartes de San Sebastián al E, Baluarte de Santa Cruz al NE y Baluarte de la Guía al W), la media luna NE, denominada Media Luna de Sibidán, algunos tramos de los fosos y caminos abiertos y las dos puertas de entrada, la principal o puerta de la Villa, situada al SW, y la del Socorro, situada al NW.
En lo que respecta al aparejo, las cortinas están realizadas en mampostería muy cuidada de gran tamaño, y con una ligera inclinación, mientras que en el cerramiento de los muros disminuye el tamaño de los mampuestos. Esta diferencia de aparejos se resalta además mediante el empleo de una línea a modo de imposta que recorre el exterior de la fortaleza. Las esquinas de los baluartes están realizadas, sin embargo, con aparejo de sillería bien escuadrada.
Actualmente se encuentra rodeado por distintos cierres de fincas de propiedad privada, por lo que al conjunto fortificado se accede desde el SE por un camino que cruza una gran parcela situada al N del bien. Una vez dentro de la parcela se documenta un gran foso de unos 25 m de anchura con dirección SE-NW que discurre paralelo al muro de cierre de fincas. Este muro se adosa al vértice del baluarte de San Sebastián. En el lado derecho del foso se disponen grandes piedras alineadas que posiblemente formarían parte del camino cubierto. La profundidad del foso es variable debido al uso agrícola y forestal del suelo. Como media la profundidad varía entre los 2 y 3 m con respecto al camino cubierto. Como se decía frente a la cortina exterior NE se conserva una media luna realizada en tierra cuya forma, tanto en planta como en alzado, está ligeramente alterada aunque conserva la tipología original. Del Baluarte de Santa Cruz se observan los cuatro lienzos, construidos uniformemente y siguiendo la tipología mural general. El foso frente a este baluarte, al N está rodeado por el camino cubierto en el que se documentan la alineación de piedras, en esta zona se conserva más de una hilada aunque la tierra cubre las hiladas inferiores que afloran en algún tramo, que delimita el camino. En el foso NW se emplaza un murete que lo cruza perpendicularmente adosándose a la esquina NW del Baluarte de Santa Cruz y a una pequeña construcción. Esta se compone de tres muros, quedando abierta hacia el NW, sin cubrición. Está realizada en aparejo de mampostería irregular de pequeño tamaño. La Puerta del Socorro está situada en el centro de la cortina NW. Bajo esa cortina NW (entre la puerta y el Baluarte de Santa Cruz) aflora un manantial que se estanca en un rebaje semicircular que podría ser de factura antrópica. En esa misma zona se documentaron unos depósitos de factura reciente y de uso desconocido que tienen unos 8 m de largo por unos 3 m de ancho. La cortina NW se conserva y mantiene la tipología general del aparejo entre la Puerta del Socorro y el Baluarte de Santa Cruz, en el encaje del baluarte con la cortina se documenta un pequeño mirador. Sin embargo, el tramo de cortina entre la Puerta del Socorro y el Baluarte de la Guía se derrumbó por completo y hoy en día no se conservan ni los restos del derrumbe. La piedra podría haber sido usada para la construcción del cierre de finca que se adosa en el vértice N del Baluarte de la Guía. Ese cierre corta el trazado del foso. Adosado al exterior del baluarte de la Guía, se emplazan diferentes construcciones domésticas y se observan derrumbes en las partes altas del muro. La cortina entre ese baluarte y el Baluarte de Santa Tecla está también alterada y agrietada en la parte alta, debido a la vegetación. En esta cortina se emplaza la Puerta de la Villa. El foso paralelo a estas estructuras está totalmente reutilizado y alterado por labores agrícolas y construcciones modernas. Lo mismo sucede con el foso SE en el que se sitúa un edificio de viviendas. Del mismo modo se ha visto alterada la orografía de origen militar con la finalidad de ajardinar el espacio. En el lado SE del baluarte de Santa Tecla se documenta un derrumbe en el muro, al igual que en una pequeña zona en el encaje de la cortina con el Baluarte de San Sebastián. Este último baluarte está construido con la misma tipología mural que el resto del conjunto. El acceso al recinto fortificado se realiza actualmente por la Puerta del Socorro, tras cruzar una rampa de piedra de unos 10 m. La puerta presenta dos tramos cubiertos con bóveda de cañón en aparejo de sillería regular que descansan en muros de sillería en el tramo exterior y de mampostería regular en el interior, siendo estos ligeramente abocinados. Ambos tramos se separan por un rastrillo, cuyo remate está realizado con arcos de medio punto rebajados. La Puerta de la Villa es similar a la anterior aunque de mayores dimensiones y con una estructura exterior con contrafuertes adosados y un mirador en la parte superior. La ronda de muralla tiene una anchura aproximada de unos 6 m sin parapeto al interior y se adosan diferentes elementos para acceder a ella: una rampa en la contramuralla SW, un muro paralelo a la contramuralla SE, escaleras en la contramuralla NW y una serie de aterrazamientos en la zona NE interior. En el interior de los lienzos de los baluartes se documenta un banco corrido adosado a ellos, de unos 30 cm de ancho y altura variable. Sobre los baluartes se documentan garitas de planta circular, realizadas en aparejo de sillería, con una cubierta pétrea, abovedada. Se conservan tres en el Baluarte de Santa Cruz, una en el Baluarte de San Sebastián y otra en el Baluarte de Santa Tecla. En el interior del recinto amurallado se encuentran diferentes elementos pertenecientes a la utilización particular del terreno: hay un palomar y depósito sobre el Baluarte de San Sebastián, tres construcciones para vivienda en la zona NE, una sala de máquinas en la contramuralla SE, un cierre en zona del baluarte S donde también hay un pozo con molino y un pilón de granito. Toda la superficie del recinto está ajardinada y tiene vegetación arbórea de gran formato. Actualmente (2012) está siendo sometido a un proyecto de rehabilitación con la intención de poner en valor el fuerte y construir un centro de interpretación de las fortalezas del Baixo Miño.